AYER PEQUÉ

Pequé de gilipollas, pues en una tarde que bien podría haberme ido con los amigos por ahí, me quedé en el sofa a ver el espectáculo ese de la corrida de disfraces de "La Malagueta". Realmente infumable el espectáculo. Los pequeños y regordíos toretes de "Albarreal" y el remiendo de la misma condición porcina que sus compañeros de "Concha y Sierra" de pena. A Málaga le concedieron el título de plaza de primera en un proceso administrativo pero a la vista de lo que sueltan, las reacciones del palco y sobretodo del público, nadie les explicó el significado de plaza de tal categoría.
No es que me encante el toreo del francés Castella, al revés creo que abusa del recorte de distancias y el pase corto, pero claro ayer ante la incompetencia que tenía parecía un mariscal del toreo. Los animalejos los mismos que sus compañeros pero este torero por lo menos y en lo suyo tapó defectos y alargó algún que otro pase en medio de los trallazos de sus compañeros lo que le hizo acceder al Olimpo de los dioses sin cuajar toro ni hacer nada de relevancia, así son las cosas.
Entre las "innovaciones" que presentaba esta corrida de toretes llamada "histórica" por publicistas y otros deudos de la fiesta y sus protagonistas por ser la primera anunciada como "Picassiana", nos encontramos con el ruedo lleno de dibujos varios. Lo que me hizo recordar que hace unos años el amigo Miguel Ángel Arrudi pretendió hacer un dibujo en el ruedo de "La Misericordia" y los taurinos no le dejaron. La pelegrina excusa que le pusieron fue que los toros podrían hacer extraños por culpa de los dibujos y eso contado con todo lujo de detalles explicando cómo hay toros que al salir saltan las rayas. Aunque se argumentó que en diversos cosos franceses y españoles dibujan en los festejos el hierro de la ganadería a lidiar no hubo manera de introducir arte en la plaza de toros. En la web del artista queda el proyecto.

Hoy en Madrid hemos podido ver como se difuminaba el gesto de Talavante en mera mueca. La corrida de Núñez del Cuvillo una escalera, el primero un Petit Suisse inválido de los cuartos traseros, lo más parecido a un toro de Madrid era el cuarto y tampoco llegaba a los mínimos de exigencia de esta plaza. El torero se ha perdido no ha tenido la capacidad de reacción necesaria para encarar la tarde y el evento se ha quedado en nada. En la Maestranza sevillana me informa un ganadero que el espectáculo ha sido de vergüenza y que como una ganadería como Zalduendo que ha sacado un toro herrado con el número 220 no ha conseguido entre semejante camada una corrida acorde a la plaza y que tuviera un mínimo de casta para el espectáculo. Para rematar el domingo de Resurrección me cuentan que Tomás y Perera han estado bien sin estridencias en Málaga con una no muy buena corrida de Cuvillo. El empresario Conde cuentan que se podría haber quedado en casa escuchando a la mujer, en la plaza no ha hecho nada. Y Perera en plan héroe como últimamente. Y tampoco eso es plan.