El viernes presencié, es un decir estuve por allí, un festejo en el que el único criterio de su presidente es "A mí no me llaman hijo de p..., por una oreja" el resultado de este brillante pensamiento es que al legítimo hijo de "El Cordobés" le atizó dos orejas por unos cuantos trapazos largando tela por la derecha, ni un mal natural y media estocada caída. Todo esto realizado a un noble toro de la "feroz" ganadería de los Hnos. Sampedro.
Hoy el amigo Matías en el coso de Vistalegre ha hecho oídos sordos a una notable petición de apéndice para "El Fandi" que aunque ha matado bien solo había sido capaz de poner banderillas a toro pasado e instrumentar dieciséis derechazos y varios pases enganchados por la izquierda a otro noble toro de la ganadería de sus apoderados. Como este atlético torero está acostumbrado a recolectar casquería por obras incluso menores no llegaba a entender los criterios propios de un aficionado cabal como nuestro querido Matías. Por cierto, ayer Usain Bolt batió el record de los cien metros lisos ¿Alguien ha cronometrado al artista granadino? ¿No estará dentro de los registros cercanos al record? Por lo visto hoy arranca a tal velocidad que cuando llega el burel ya le ha sobrepasado en varios metros lo que le obliga a prender los pares más cerca de la penca del rabo que de su lugar de destino que es el morrillo.
Matías sigue utilizando un criterio cabal y adecuado al coso que preside y es inmune a las diferentes campañas de desprestigio que año tras año le organizan los del negociado taurino, si en vez de ser así y mantenerse tuviera el criterio del presidente del viernes pasado la plaza bilbaína sería otro cachondeo. Bien por Matías Gonzalez y aquellos presidentes con criterio, aunque de vez en cuando no lo compartamos, que velan por la integridad de un espectáculo que es mucho más que un pasatiempos de las tardes festivas como corroboran las situaciones que sufren los diferentes toreros cogido s estos días. PD: Un detalle que si tiene que cuidar mi querido Matías, y sobretodo quien le representa en el callejón - el delegado de la autoridad- es que no es de recibo que en coso tan importante como el del "botxo" las puyas se monten del revés.
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