Por suerte el coso zaragozano sigue programando novilladas de promoción lo que nos permitirá seguir disfrutando de la afición dentro de unos años. Si dejáramos esto en manos de los "profesionales" mañana desaparecía cualquiera de estos festejos con la excusa económica como justificación.
Dos novilladas muy diferentes han ocupado el ruedo zaragozano este fin de semana. La primera con el hierro de Mariano Cifuentes no salió como cualquier aficionado hubiera deseado. La posibilidad de recuperación de un histórico encaste empujaba más a la afición que lo que realizaron los propios novillos. Si a esto le sumamos la manifiesta incapacidad lidiadora demostrada por varios de los actuantes nos encontramos como resultado un festejo que si bien no aburrió tampoco nos otorgó alegrías. El primer novillo precioso de lámina y con un trapío superior a lo presenciado en corridas de toros en plazas de cierto fuste se paró sin más en la muleta de un David Martín Escudero que tampoco supo dejarle la misma para que no tuviera tiempo de pensar. El segundo, manso de libro provocó el pánico entre los de a pié. En un tropiezo alcanzó al novillero y en la trifulca este salió prendido. La capacidad lidiadora de los actuantes y quedó mas que al descubierto al reclamar que el novillo estaba toreado... todo aquello que no embiste como un carretón portado por un amigo debe ser que está toreado. Pues no señores, los hay mansos, cada vez menos es verdad. Pero mansos los hubo siempre y se les dió cumplida respuesta, no fué el caso de ayer que lo aviaron por la vía rápida despues no haber sido capaces de banderillearlo. El tercero estaba derrengado de los cuartos traseros, un inválido completo que no se cayó por que la exigencia de la lidia fué baja, si le llega a bajar la mano el mejicano Brandon Campos posiblemente se hubiera quedado en el sitio. Este torero demostró un concepto claro del toreo, buena colocación y gusto para dar pases el problema viene a la hora de matar, ni ve la muerte ni se perfila para realizar la cruz y mucho menos se tira a matar, entra al paso dejandose la mano atrás y con muchas precauciones. En el cuarto que también estoqueó no estuvo bien con un novillo probón y sin recorrido, le planteo la pelea en los medios pero el novillo no estaba para peleas, volvió a estar mal con los aceros. El mejor de la tarde sería el que hizo quinto que tuvo algo más de recorrido que sus hermanos al ser ayudado por un planteamiento por parte del novillero de Galapagar de pases sin forzar y acompañando mucho el viaje. El sexto volvió a ser manso aunque no tan manifiesto como el segundo, en este caso Brandon Campos no estuvo tan firme como en los anteriores y aunque planteo la faena con cites alejados poco a poco fué acortando distancias hasta ahogar las cada vez menos frecuentes embestidas.
El domingo en cambio se lidió un encierro de "Torrenueva" bien presentado y de encastadas embestidas. Colaboradores y sin maldad los erales fueron muy buenos para la realización del toreo. El primero engancó al novillero Dorian Dejean en más de una quincena de ocasiones y nunca hizo un extraño en la embestida, realmente noble el astado. Curro de la Casa se erigiría como triunfador del festejo en base a un toreo voluntarioso de buena factura y con planteamientos de viejos cánones. Para cumplir todavía más con la concurrencia no ahorró en quites. El tercero en la disputa era el mallorquín Gabriel Pericás, con un buen concepto de la colocación y la forma después se perdía en uso de las telas. Se perfilaba de frente, citaba con la pierna adelantada y cuando llegaba el novillo no sabía dar el pase. Se perdió en un sin fin de enganchones y para colmo tampoco sabía matar. Una pena pues la novillada merecía mejor trato.
Acudió al festejo el nuevo diputado delegado, que presenció el festejo desde el burladero de la DPZ. No es mal detalle que acuda a festejos de promoción.
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