La DPZ ha aprobado el pliego de condidiones que han de regir para la nueva adjudicación de la plaza de toros de "La Misericordia". A primera vista se vislumbran unas condiciones económicas que no hacen justicia al momento económico ni a la realidad de una plaza que ha perdido su masa de abonados y en la que los espectáculos de la pasada Feria del Pilar no logró convocar el público necesario en los tendidos para justificar caros dispendios. La plaza de toros zaragozana necesita de un revulsivo que la vuelva a colocar en su lugar natural y no un pliego de abierto cariz económico que suponga una subasta encubierta. Por otro lado abre un largo periodo de concesión que debería conllevar un proyecto a largo plazo de consolidación. El fiar 30 puntos a la mejor oferta económica sin techo puede hacer que alguno se incite e insista y como la mayoría de aquellos que se presentan a este tipo de concursos suele apuntar hacía arriba con inusitada vehemencia. Para terminar convirtiendo posteriormente el canon con el que se presentan como justificación, lloro y excusa de lo mal que va la cosa. Como si alguien le hubiera obligado a ofrecer lo que no correspondía. Por otra parte si que está justificado que se valore una buena política de descuentos que intente mitigar el descenso de abonados y asistentes que se ha producido los últimos años y que no solo es consecuencia de la crisis económica. Por suerte el pliego no se recrea demasiado en los 30 puntos del canon básico de explotación abriendo las posibilidades vía programación (20 pt.) Promoción de la fiesta y los toreros aragoneses (9 pt.) y festejos populares (4 pt.) La participación económica en aquellos espectáculos extrataurinos también puntua (7 pt.) lo que debería hacer que el ofertante explotara el inmueble todo lo posible.
Es por tanto este Pliego aprobado por la institución provincial un duro ejercicio, seguramente de duras consecuencias por la propia redacción y la parte correspondiente al aumento de obligaciones a las que sin duda se comprometerán los licitantes. Pero no todo es malo en sí, también abre la puerta a una sana competencia al contemplar que empresarios que llevan años en el segundo circuito puedan optar a la gestión de un coso de primera categoría. La competencia es buena y sana, con ella los únicos beneficiados seremos los aficionados, el que quiera la plaza que se curre la programación pues tiene veinte puntos para ganar y todo no va a ser canon en la adjudicación.
Es por tanto este Pliego aprobado por la institución provincial un duro ejercicio, seguramente de duras consecuencias por la propia redacción y la parte correspondiente al aumento de obligaciones a las que sin duda se comprometerán los licitantes. Pero no todo es malo en sí, también abre la puerta a una sana competencia al contemplar que empresarios que llevan años en el segundo circuito puedan optar a la gestión de un coso de primera categoría. La competencia es buena y sana, con ella los únicos beneficiados seremos los aficionados, el que quiera la plaza que se curre la programación pues tiene veinte puntos para ganar y todo no va a ser canon en la adjudicación.
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