NOS DEJÓ RODOLFO

Cuando conocí a Rodolfo ya le habían extirpado medio sistema digestivo, pero era alguien jovial y optimista. Le jubilaron del banco por su enfermedad y el decidió que lo que había que hacer era disfrutar de lo que le quedaba de vida. Nos llevó a su localidad de adopción Arnedo, nos invitó a buen vino y mejores viandas en la bajera de Pedro "El Fontanero". Nos enseñó las fiestas, y sobre todo su feria, la idiosincrasia de una feria arraigada en la población y donde el orgullo de los promotores era superior a ninguna otra que hubiéramos conocido. Rodolfo siempre que sus achaques le permitían rápidamente se aprestaba a la degustación del buen tinto de la tierra riojana acompañado de lo mejor de la cocina.

Vivía en un dúplex en el coso y el piso de arriba era para invitar a los amigos, - Que no me entere yo de que os falta de nada.- así era esta magnífica persona. Mantenían una tertulia taurina en una peluquería donde disertaba otra magnífica persona que nos dejó el año pasado. Pepe Gracia, con esa guasa que le caracterizaba y esa magnífica afición llena de conocimentos que mantenía, a Rodolfo y a mí cuando me dejaba caer por allí nos llamaba – Vosotros, los fundamentalistas, o talibanes o lo que seaís. - Y allí saltaba el bueno de Rodolfo para defender la causa de los amantes de la fiesta íntegra.

Ahora con los últimos achuchones de su larga y dura enfermedad mi querido "Golfo Apandador" se preparó a conciencia para continuar con su afición y se preparó para este largo viaje con un abono de la delantera de grada de la antigua plaza de la carretera de Aragón. Allí donde todos los días se repiten carteles inigualables y junto a "Lagartijo", "El Guerra", Juan Belmonte y Joselito "El Gallo", solo se corren reses íntegras de Veragua, Carriquiri, Espoz y Mina, Miura y aquellas divisas que de verdad dieron gloria al campo bravo. Dicen que algunas tardes los monstruos del torero dejan un hueco en el cartel y dejan explayarse en este magnífico ruedo a jóvenes como Ordoñez o Bienvenida. Allí si que lo va a disfrutar Rodolfo, y sin fraudes.

Descansa en Paz querido amigo y recuerda que lo principal es el ejemplo de buena persona que nos dejaste, y si por sus obras los conoceréis tú quedaras con letras de oro. Hasta siempre Rodolfo y vigílame ese capote de los golfos de los banderilleros, que no asome.