No sé exactamente por qué leí ayer el editorial del portal de referencia de los taurinos y el las pocas cosas que logré entender del mismo me voy a quedar en que soy antitaurino. El portal de referencia del negociado superior taurómaco nos hace una reflexión en la que decide que El País es antitaurino, antes porque el crítico titular era todo menos un adulador al uso, y claro esto es muy malo para la fiesta. Por lo menos para aquella que nos intentan vender, de la que cada día más se congratulan y a mi modesto entender más cemento deja sin cubrir en los cosos españoles. Nos venden cada día las excelencias de un grupo de toreros de meritoria carrera que descerrajan puertas grandes e indultan toros como para cubrir dos veces la cabaña ganadera.
Por otro lado otros antitaurinos estos de pedigrí y titulares de la supuesta lucha por la liberación animal han realizado el entretenido ejercicio de multiplicar la cabaña ganadera de lidia a números sencillamente imposibles. Por tanto y si hay que criar los 350.000 toros que se supone mueren y sufren tortura en nuestro país en los festejos taurinos, harán falta unos pocos de millones de vacas reproductoras que los críen. Y entonces encontramos la razón del aumento de reproductores que deben indultar los “maestros”. Entre unos y otros lograran la cuadratura del círculo. Para criar este número de toros sería necesario ocupar una superficie aproximada del 15% del total de la península ibérica por lo que España se convertiría en el país de la U.E. más ecológico y con mayor superficie de terreno libre de explotación. Y claro una cabaña ganadera de varios millones de cabezas a unir aquellas dedicadas a la producción cárnica convertirían a nuestro país en el mayor consumidor de piensos del mundo. Esto iría muy bien para mi negocio que es el cereal. Pero la verdad no lo veo nada claro. De momento el aumento de cabaña viene por la vía del indulto, da igual que sea con merecimiento o sin él. Lo que vale es indultar, no vayamos a escribir de las miserias y los engaños de los festejos que se presencian por ahí. Mucho menos hablemos de los apaños mañaneros y lo inclasificable que se lidia por esos cosos de Dios. Eso señores es de antitaurinos, así que yo me declaro antitaurino… seguiremos protestando lo que no nos gusta y con un poco de suerte el aumento de cabaña ganadera influirá positivamente en el precio del cereal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario