lunes, octubre 20, 2008

EL TORISMO MAL ENTENDIDO


 

Con Paco Aguado, me suelo tomar algo siempre que coincidimos. Tiene una visión de la fiesta diferente a la mía y la defiende, yo tengo otra claro está. Pero no es problema para que dos personas discutan alrededor de aquello que gustan. El otro día en el Blog de Toro, Torero y afición se publicaba su editorial semanal en el que hacía un furibundo ataque a las denominadas corridas toristas. Como parte de sus afirmaciones proceden de nuestras conversaciones estos días de la feria pilarista y como sé que me lee con atención, además me dá a mí que alguna de sus afirmaciones van por mi argumentario le voy a dedicar un breve post.

Mira Paco, los que tu denominas toristas no somos más que aficionados que como dicen en mi pueblo "tenemos el mismo gusto que las vacas" por tanto lo que buscamos es la verdad del torero con la emoción que conlleva la casta. Por tanto solo distinguimos los toros en dos tipos –los que embisten y los que no embisten- a partir de ahí hacemos todas aquellas cosas que tú quieras. Has decidido enterrar lo que tú denominas el torismo como si esto fuera así de fácil. Si hay que hablar de fracasos ganaderos esta temporada deberías empezar por el señor criador de cerdos de bellota que hierra con el histórico hierro del Duque de Veragua y que fue incapaz en la feria sevillana de echar un solo toro entre dieciocho lidiados. También podríamos hablar de un montón de ganaderías que lidiaron en Madrid tras mil petardos en la misma plaza, de lo floja que fue este año la feria bilbaína. Y por qué no del fracaso de las vacadas del gusto de las figuras lidiadas en Logroño. Tampoco me voy a dejar Zaragoza en el tintero, eso que tu llamas casta mala y mansurrones que se defienden sería lo visto en la corrida de Dolores Aguirre, pero la fiesta también es variedad y ver diferentes cosas. Ya hay por ahí ganaderos que quieren clonar toros, me parece encantador, pero no creo que eso repercuta en el bien de la fiesta. Fracasó Adolfo, es verdad, para que lo vamos a negar. Pero también Rincón, Valdefresno se tapó por un toro al que un incapaz no fue capaz de hacer faena.

En cambio en Madrid triunfo de nuevo Victorino en otoño, eso también lo podrías haber puesto en el artículo. Pero claro eso no va con el entramado general. También echamos en falta muchos toros de otros encastes que entre unos y otros se han ido cargando. Aquí el debate no si Gallardo es muy listo o no, el tema es si sus toros embisten y además dan valor a lo que se les realiza. No se trata solo de que vayan y vuelvan colaborando con el torero sino que esas arrancadas y embestidas impliquen el punto de emoción necesario para darle importancia a lo que el torero realice con ellos. Lo importante de esta fiesta es que admiremos lo que hacen los que están en el ruedo, cuando uno está en el tendido y ve aquello como algo que podría hacer cualquiera pierde su verdad y pierde cualquier encanto. Y solo me voy a remontar a la pasada feria de Logroño donde Perera triunfó tres tardes. ¿Vale lo mismo el triunfo del primer día con la borrega aquella de Domingo Hernández que al día siguiente con la encastada corrida de Fuenteymbro? ¿O la faena a sangre y fuego con el sobrero de el Ventorrillo? Son muy diferentes, pero seguro que la del toro de Domingo Hernández no pasará a los anales del toreo.

Y es que en la fiesta hay muchas cosas que arreglar y otras que desterrar, pero antes de desterrar a determinadas ganaderías hay que apuntar que la verdad y la emoción la ponen unas pocas. Pero tampoco podemos prescindir de otras que aportan variedad y comportamientos diferentes, por que todas tienen algo que aportar a nuestra fiesta.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Sí, en efecto, en la fiesta hay muchas cosas que arreglar, pero, para ello, habría que empezar por la crítica taurina, pues, salvo honrosas y escasa excepciones, unos por ignorantes y no distinguir lo bueno de lo malo y la verdad de la mentira, y otros por sobrecogedores, y no denunciar los fraudes y las ilegalidades imperantes, han colaborado con el taurinismo en llevar la fiesta a su triste estado actual.
Lupimon

Anónimo dijo...

El problema del torismo actual es que identifican todo el torismo con los éxitos de victorino (o casi todo). Incuestionables desde hace años. Pero por esa misma razón comparar victorino con adolfo tampoco es justo.

Pasados ya meses me quedo con el bilbao de este año que con la zaragoza de este año. El "hueco" ha fracasado. Sobre todo en públio, a pesar que ahora los que decían que con el toro volvería el público, el aficionado, digan ahora que esto siempre ha sido igual.

Bilbao tuvo muchas muchas más cosas. El tiempo ha dado la razón. Sigo sin entender la fijación con bilbao por estos lares. ¿Crees que la broma del domingo se hubiera dado allí?.

No es bueno ni para los toristas ni para los toreristas, negar la realidad (esta diferenciación no la entiendo). Al final son aficionados de un mismo espectáculo. Los toros más "comerciales" (otra buena) en los últimos años están demostrando muchas cosas. La movilidad de estos dos últimos años está poniendo a muchos toreros en su sitio. Claro que agruparlos a todos con el ejemplo de juan pedro tampoco es serio.

Pero el torismo se lo tiene que mirar, al igual que se le exige al torerismo (que no taurinismo). Que absurdo de diferenciación!!!!

Anónimo dijo...

Me parece que la disyuntiva aquí no está entre los que quieren una u otra ganadería, sino entre los que quieren una u otra fiesta. Está bien lamentar o criticar el estado en que a veces se encuentran ganaderías que tradicionalmente echan toros con casta, pero eso no significa decantarse por las que no lo hacen sino que solamente aportan toros con “recorrido”, "movilidad" nobleza perruna y, si no los pican, como suele suceder, con la fuerza justa que permitan las faenas interminables sin dar ninguna muestra de ser toros auténticamente de lidia, sin emoción ni instinto de combate que ponga a prueba el valor y el arte del torero.

Yo también critico a los toros de ganaderías ilustres que no han dado los resultados que se esperaban, pero reemplazar eso por los borregos que se están indultando en estos días en España me parece improcedente. Eso no es una derrota para los “toristas” sino para la tauromaquia.

MaestroValencia dijo...

Nunca he entendido esto. Uno es aficionado a los toros. Y ello implica, lo primero que haya un toro. Un toro de verdad, bravo, fuerte y sobretodo encastado. Lo segundo que haya un torero delante, capaz de someterlo con el mayor sentimiento posible.

Y sin falla cualquiera de las dos todo esto es un engaño, por lo tanto no entiendo que es ser "torista" ni "torerista" si es que es algo....

Ya escribí hace tiempo esto: http://terciodevaras.blogspot.com/2008/06/mi-no-me-acaba-de-quedar-claro-el.html

Civilón dijo...

Yo estoy en la linea de "maestro".