He leído estos días en Internet un montón de comentarios al lo acontecido el pasado domingo en el Coso de "la Misericordia" que no me puedo resistir a comentar. Para empezar iremos con la presencia de los novillos que algunos critican por bien presentados. Ya solo nos faltaba que critiquemos que las cosas se hagan bien, cada día quejándonos de lo que sueltan por esas plazas de dios y cuando nos ponen algo en tipo y casi rematado decimos que donde van. La verdad es que no fué muy rematada y algo en escalera, del escurrido primero al grandón segundo había mucha diferencia. En kilos y en hechuras, con este primero blandito de los cuartos delanteros pero de nobleza infinita estuvo Imanol banderilleándolo a velocidad de vértigo y acabando de cabeza en el callejón. Alguien debería ponerle los pares de Aranda el otro día en Madrid para que vea de verdad lo que es poner en pié una plaza con las banderillas. En la faena de muleta se perdió dándole pases, sin enjundia hasta el aburrimiento. Mucha fé, mucha voluntad y poco fundamento. Al segundo lo estrellaron en el burladero del 2 partiéndole el pitón, pero solo cuatro dedos, por el procedimiento de dejar el capote por fuera al entrar en la tronera a la carrera. Este le cupo en suerte al murciano Antonio Puerta que aunque se puso muy bonito no supo exprimir las bonancibles embestidas del animal. Se regaló una vuelta por cuenta propia y es que se nota que ya no quedan aficionados en el 3 de aquellos orgullosos de su plaza y su afición que las paraban. El tercero en discordia era un tal Ángel Jiménez, un torero verde y falto de recursos. Que cuando citaba rectificaba tres veces, así como metro y medio, y todavía estaba fuera de cacho. Estuvo destoreando desde que hizo su aparición en el ruedo y culminó sus hazañas con sendos pinchazos hondos por no tirarse a matar. Al cuarto lo estrelló "El Chano" después de citarlo en el burladero del 2 con ese antitaurino híbrido entre ala delta y tablero de encofrar que lleva a modo de capote. El resultado, este se partió el pitón por la cepa. Devuelto, no creo que se lo descuenten a los lidiadores que lo estrellaron, salió uno sustituto, este manso declarado al que Antonio Sopeña se dejó sin picar. Fundamentalmente por que ahora las suertes de recurso de tapar y rodear se le aplican al bravo y no al que lo necesita. Como las cuadrillas tampoco tienen recursos para lidiar, estudian en la misma escuela que los novileros, desconcertó a todos. Apretó en banderillas, pero al aturullado y vertiginoso novillero no le importó. Le quiso hacer de todo y aquello necesitaba soluciones que no entraban en el planteamiento previo. Lo prendió feamente a Imanol que salió conmocionado, pero volvió en un arranque de valor... o arrojo descerebrado para ponerse allí donde lo volvió a prender para salir ileso de casualidad del envite del novillo. Le faltan muchos recursos y alguien debe serenar las ansias de este muchacho. Después del canguelo que le entró a novilleros y cuadrillas los dos últimos no pasaron del tercio de picadores, al sexto le dieron en el caballo , más que a media semana de farolillos sevillana, y claro una vez planchados poco podían los pobres novillos masacrados. La incapacidad de los novilleros hizo el resto.
Mucho se ha hablado de si son los novillos que se les deben poner a los novilleros, pero entonces entramos en el debate si están capacitados para comparecer en plazas de cierta categoría y si sus mentores no los estrellan al llevarlos sin la preparación previa necesaria.