viernes, febrero 03, 2012

LA DESUNION DE CRIADORES DE TOROS DE LIDIA


La Desunión de Criadores de toros de lidia andan a la greña, unos comunicados cruzados entre diferentes directivas de zona de la mal llamada Unión destapan las miserias entre las que se mueve esta importante asociación. Llevan todo el invierno intentando elegir nueva junta, aprobaron unos nuevos estatutos hace menos de un año y ya han decidido volverlos a reformar. Y todo por que nadie se preocupa de leerse el acta fundacional de la misma.
Según publica la propia Unión esta se fundó bajo las siguientes premisas, las copio y pego y después analizamos la situación actual.
RESEÑA HISTÓRICA DE LA UNIÓN DE CRIADORES DE TOROS DE LIDIA
La Unión de Criadores de Toros de Lidia se fundó el 15 de abril de 1905, como una agrupación de ganaderos en defensa de sus intereses. Las causas del nacimiento de la Unión hay que buscarlas en la defensa contra los tratantes, en la compleja cuestión del daño abusivo que producían las puyas de la época en los toros, y en la oposición de algunos toreros a lidiar astados de determinadas ganaderías; causas que están reflejadas en tres cláusulas adicionales que figuran en los primeros estatutos de la Unión. Pero fue la publicación, en la primavera de 1904, de la Ley del Descanso Dominical y del posterior Reglamento Provisional para el desarrollo de esa ley, lo que precipitó el nacimiento de la Unión. La implantación de dicho texto legal suponía la prohibición de que se celebrasen corridas en domingo, medida que contó con la oposición frontal de los ganaderos, que decidieron ejercer la defensa de sus intereses de forma legal.
El 5 de enero de 1905 don Manuel García-Aleas recibe el encargo de representar a los ganaderos andaluces, con el fin de que consiguiese reunir en una sola sociedad a los criadores de toros de lidia de toda España. Tras gestiones con los ganaderos de Salamanca, Colmenar y Navarra, el día 3 de abril los ganaderos reunidos firmaron un escrito que fue enviado al Sr. ministro de la gobernación. Ese texto fue firmado por la mayoría de los fundadores de la Unión, que nacería el día 15. La primera Junta en funciones de la Unión de Criadores de Toros de Lidia fue presidida por don Cristóbal Colón y de la Cerda, duque de Veragua, y actuó hasta la celebración de la Asamblea General de 1906, en la que se nombró Junta Directiva, siendo ratificado el duque de Veragua como presidente.
PRIMERAS MEDIDAS DE LA UNIÓN
La cuestión de la puya era en aquellos años una de las principales preocupaciones de los ganaderos. Ya desde su mismo nacimiento, la Unión inició gestiones para la modificación de las puyas, por considerarlas abusivas para los toros, que a veces morían a consecuencia de los puyazos. Tras algunos cambios, finalmente se llegó a un modelo de puya con arandela, con la que se picó desde 1917 hasta el año 62, en que las gestiones de la Unión dieron su fruto pues se consiguió e establecimiento de la cruceta.
Otro de los asuntos que propició el nacimiento de la Unión fué el veto de los toreros a determinadas ganaderías. Entre matadores y criadores hubo varios conflictos, pero la Unión se mantuvo firme en la defensa de los intereses de sus asociados.
El tercer punto decisivo en la creación de la Unión fue la lucha contra los tratantes. Estos actuaban como abastecedores reuniendo reses de hierros diferentes que compraban a los ganaderos que no podían llegar hasta los empresarios, y que colocaban después en las plazas. La Unión consiguió frenar e ascenso de los abastecedores y se decidió dar a conocer a los ganaderos, mediante la publicación de un registro completo de ganaderías, un catálogo que se enviaba a las empresas para que estas pudieran organizar los carteles dirigiéndose directamente a los criadores.

Muy bonito todo ¿no? Llegamos más de un siglo después y observamos como está el negociado. En lo referente al tercio de varas existe un amplio grupo de ganaderos dentro de la propia asociación propugnando la eliminación del mismo. Al parecer llevamos dos siglos de equivocada afición y este tercio sobra, lo bonito es que el torero pueda expresar su arte ante febles e inocentones animalitos que es lo que de verdad buscan los públicos… la llevan buena.
Del veto de los toreros a diferentes ganaderías supongo yo que poco debemos escribir al día de hoy cuando vemos desaparecer encastes y ganaderías a ritmo frenético a cuenta de la imposibilidad de poder lidiar sus productos por el veto de los coletudos hacia aquellos productos que no les gustan. Alguien ha oído a la junta de la des- Unión proponer un veto hacía aquellos toreros que se niegan a lidiar determinados hierros o hacen cambiar corridas anunciadas y reseñadas por su negativa a lidiar. No ¿Verdad? Les reseñan una corrida, la contratan y luego se la dejan en el campo por que al veedor de alguna figura no le gusta lo que ha visto. ¿Y dicen algo? Pues no.
El punto decisivo hace un siglo era la lucha contra los tratantes… hoy los tienen casi en la junta directiva. Alguien puede levantar la mano y opinar algo cuando se sabe objetivamente que varios asociados se dedican a la recría de toros de otras ganaderías, de apoderados y comisionistas con fincas llenas de toros de diversos hierros que van colocando por las ferias  a su antojo dejando al resto compuestos y con el toro en el pasto. Que les voy a contar de fincas llenas de productos del campo bravo preparados para correr calles y plazas, que salieron de la finca de origen a la tierna edad del eral.  ¿Quién manda en el campo y el ganado? ¿Los ganaderos? Que hace la unión para evitar estos desmanes… mirar para otro lado.
Uno de los detonantes para crear la Unión fue la publicación de una ley que prohibía las corridas en domingo, hoy se prohíben en regiones enteras. ¿Qué hacen? Nada, claro está. De momento igual que han prohibido los festejos mayores, ahora los ganaderos podría vetar el “correbous” ustedes prohíben los toros, yo no les sirvo para sus espectáculos. Pero claro la solidaridad en este gremio es algo inexistente.
Hasta aquí todo lo relacionado con los problemas que llevan más de un siglo sin resolver. Ahora vamos con los nuevos. Hubo un tiempo en que ser ganadero otorgaba prestigio y los hierros se valoraban y cotizaban. Rápidamente en la des-unión habilitaron un sistema para multiplicar los hierros y rascar lo que se pudiera. El resultado ha quedado meridianamente claro, han perdido la cotización y hoy en día un hierro vale lo mismo o menos que un rebaño de cabras. No se han prestigiado las ganaderías ni sus derechos, se han repartido hierros y vacas como si fueran mansas para la cría de carne y ahora tienen el campo lleno de toros sin destino y precios de ruina ganadera.
Solo hay que observar los movimientos de los últimos meses para darse cuenta de como funciona la cosa. Han sido incapaces de formar una Junta directiva que defienda sus intereses, si la Junta dice algo sobre los derechos televisivos, una serie de ganaderos la deslegitiman en el acto, no van a ningún sitio. Saben perfectamente quien les hace competencia desleal, no mueven un dedo por acabar con ello.

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