La Desunión de Criadores de toros
de lidia andan a la greña, unos comunicados cruzados entre diferentes
directivas de zona de la mal llamada Unión destapan las miserias entre las que
se mueve esta importante asociación. Llevan todo el invierno intentando elegir
nueva junta, aprobaron unos nuevos estatutos hace menos de un año y ya han
decidido volverlos a reformar. Y todo por que nadie se preocupa de leerse el
acta fundacional de la misma.
Según publica la propia Unión esta
se fundó bajo las siguientes premisas, las copio y pego y después analizamos la
situación actual.
RESEÑA HISTÓRICA DE LA UNIÓN DE CRIADORES DE TOROS DE LIDIA
La Unión de Criadores de Toros de Lidia se fundó el 15 de abril de
1905, como una agrupación de ganaderos en defensa de sus intereses. Las causas
del nacimiento de la Unión hay que buscarlas en la defensa contra los
tratantes, en la compleja cuestión del daño abusivo que producían las puyas de la
época en los toros, y en la oposición de algunos toreros a lidiar astados de
determinadas ganaderías; causas que están reflejadas en tres cláusulas
adicionales que figuran en los primeros estatutos de la Unión. Pero fue la
publicación, en la primavera de 1904, de la Ley del Descanso Dominical y del
posterior Reglamento Provisional para el desarrollo de esa ley, lo que
precipitó el nacimiento de la Unión. La implantación de dicho texto legal
suponía la prohibición de que se celebrasen corridas en domingo, medida que
contó con la oposición frontal de los ganaderos, que decidieron ejercer la
defensa de sus intereses de forma legal.
El 5 de enero de 1905 don Manuel García-Aleas recibe el encargo de
representar a los ganaderos andaluces, con el fin de que consiguiese reunir en
una sola sociedad a los criadores de toros de lidia de toda España. Tras
gestiones con los ganaderos de Salamanca, Colmenar y Navarra, el día 3 de abril
los ganaderos reunidos firmaron un escrito que fue enviado al Sr. ministro de
la gobernación. Ese texto fue firmado por la mayoría de los fundadores de la
Unión, que nacería el día 15. La primera Junta en funciones de la Unión de
Criadores de Toros de Lidia fue presidida por don Cristóbal Colón y de la Cerda,
duque de Veragua, y actuó hasta la celebración de la Asamblea General de 1906,
en la que se nombró Junta Directiva, siendo ratificado el duque de Veragua como
presidente.
PRIMERAS MEDIDAS DE LA UNIÓN
La cuestión de la puya era en aquellos años una de las principales
preocupaciones de los ganaderos. Ya desde su mismo nacimiento, la Unión inició
gestiones para la modificación de las puyas, por considerarlas abusivas para
los toros, que a veces morían a consecuencia de los puyazos. Tras algunos
cambios, finalmente se llegó a un modelo de puya con arandela, con la que se
picó desde 1917 hasta el año 62, en que las gestiones de la Unión dieron su
fruto pues se consiguió e establecimiento de la cruceta.
Otro de los asuntos que propició el nacimiento de la Unión fué el veto
de los toreros a determinadas ganaderías. Entre matadores y criadores hubo
varios conflictos, pero la Unión se mantuvo firme en la defensa de los
intereses de sus asociados.
El tercer punto decisivo en la creación de la Unión fue la lucha contra
los tratantes. Estos actuaban como abastecedores reuniendo reses de hierros
diferentes que compraban a los ganaderos que no podían llegar hasta los
empresarios, y que colocaban después en las plazas. La Unión consiguió frenar e
ascenso de los abastecedores y se decidió dar a conocer a los ganaderos,
mediante la publicación de un registro completo de ganaderías, un catálogo que
se enviaba a las empresas para que estas pudieran organizar los carteles
dirigiéndose directamente a los criadores.
Muy bonito todo ¿no? Llegamos más
de un siglo después y observamos como está el negociado. En lo referente al
tercio de varas existe un amplio grupo de ganaderos dentro de la propia
asociación propugnando la eliminación del mismo. Al parecer llevamos dos siglos
de equivocada afición y este tercio sobra, lo bonito es que el torero pueda
expresar su arte ante febles e inocentones animalitos que es lo que de verdad
buscan los públicos… la llevan buena.
Del veto de los toreros a
diferentes ganaderías supongo yo que poco debemos escribir al día de hoy cuando
vemos desaparecer encastes y ganaderías a ritmo frenético a cuenta de la
imposibilidad de poder lidiar sus productos por el veto de los coletudos hacia
aquellos productos que no les gustan. Alguien ha oído a la junta de la des- Unión
proponer un veto hacía aquellos toreros que se niegan a lidiar determinados
hierros o hacen cambiar corridas anunciadas y reseñadas por su negativa a
lidiar. No ¿Verdad? Les reseñan una corrida, la contratan y luego se la dejan
en el campo por que al veedor de alguna figura no le gusta lo que ha visto. ¿Y
dicen algo? Pues no.
El punto decisivo hace un siglo
era la lucha contra los tratantes… hoy los tienen casi en la junta directiva.
Alguien puede levantar la mano y opinar algo cuando se sabe objetivamente que
varios asociados se dedican a la recría de toros de otras ganaderías, de
apoderados y comisionistas con fincas llenas de toros de diversos hierros que
van colocando por las ferias a su antojo
dejando al resto compuestos y con el toro en el pasto. Que les voy a contar de
fincas llenas de productos del campo bravo preparados para correr calles y
plazas, que salieron de la finca de origen a la tierna edad del eral. ¿Quién manda en el campo y el ganado? ¿Los
ganaderos? Que hace la unión para evitar estos desmanes… mirar para otro lado.
Uno de los detonantes para crear
la Unión fue la publicación de una ley que prohibía las corridas en domingo,
hoy se prohíben en regiones enteras. ¿Qué hacen? Nada, claro está. De momento
igual que han prohibido los festejos mayores, ahora los ganaderos podría vetar
el “correbous” ustedes prohíben los toros, yo no les sirvo para sus
espectáculos. Pero claro la solidaridad en este gremio es algo inexistente.
Hasta aquí todo lo relacionado
con los problemas que llevan más de un siglo sin resolver. Ahora vamos con los
nuevos. Hubo un tiempo en que ser ganadero otorgaba prestigio y los hierros se
valoraban y cotizaban. Rápidamente en la des-unión habilitaron un sistema para
multiplicar los hierros y rascar lo que se pudiera. El resultado ha quedado
meridianamente claro, han perdido la cotización y hoy en día un hierro vale lo
mismo o menos que un rebaño de cabras. No se han prestigiado las ganaderías ni
sus derechos, se han repartido hierros y vacas como si fueran mansas para la cría
de carne y ahora tienen el campo lleno de toros sin destino y precios de ruina
ganadera.
Solo hay que observar los
movimientos de los últimos meses para darse cuenta de como funciona la cosa.
Han sido incapaces de formar una Junta directiva que defienda sus intereses, si
la Junta dice algo sobre los derechos televisivos, una serie de ganaderos la
deslegitiman en el acto, no van a ningún sitio. Saben perfectamente quien les
hace competencia desleal, no mueven un dedo por acabar con ello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario