El que seguro que falta este año, de presencia que no de espíritu es Salva, entrañable aficionado enfermo de toros o taurópata como él mismo se definía. Sus compañeros de La Asociación El toro de Madrid han convocado un acto de recuerdo consistente en depositar en su localidad una flor a modo de recuerdo y de reivindicación de unos ideales que no acabaron con él. Salva verá la feria desde el palco del cielo de los toreros. Yo como a ver la de Salvador Domecq no me voy acercar de momento a Las Ventas deposito aquí mi flor en recuerdo de un aficionado.
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