viernes, marzo 18, 2011

¿SEMANA SANTA EN CUARESMA?

Parece que fué ayer, pero resulta que ya han pasado veinte años de mi estancia en Valencia, dos años estuve por allí. Era la tierra de las flores, el color y la alegría. Aderezado todo con el buen arroz y como no, la pólvora. Al productor artístico, la pólvora, se le ha mojado, vaya semanita que llevamos. Van seis festejos  y en los mismos ya hemos visto tres procesiones, todo esto pensando que falta un mes para Semana Santa creo que es mucho. Por el renovado coso de la calle Játiva han procesionado las cofradías del señor de la humillación, en estación de penitencia, arrodillados y arrastrándose por los suelos en sus advocaciones de Victoriano del Río, Jandilla y Núñez del Cuvillo. Mansas en cambio comparecieron los encierros de Javier Molina y Alcurrucén. El contrapunto noble y bobalicón lo presento Ricardo Gallardo con sus ejemplares de Fuenteymbro. Enrique Ponce estuvo en la primera procesión y no pudo salvarle de la penitencia ni su consumada técnica enfermeril, A Vicente Barrera se le murió un toro en medio del trasteo. En la de “Jandilla” se lidió un toro noble y bobalicón para soñar el toreo que dicen por ahí y se las vió,  o no, con él  en nieto de Ordoñez para desaprovecharlo claro. Aturullados y sin recursos los novilleros con la mansita novillada del lunes, estos que son el futuro no saben salir del torero de salón y si encima llevan indocumentados como lidiadores que no tienen capacidad ni recursos pues aquello acaba como el rosario de la aurora. Mansa y sin casta también la de “Alcurrucén”, donde pudimos ver desde el novillote utrero adelantado al cinqueño casi pasado de edad, vaya con lo veedores, que vista tienen. Con una faena aseada de Leandro que en este caso y aunque se siguió dejando la mano atrás a la hora de firmar la faena en este caso si cazó a su oponente con certera estocada. Yo lo único que opino al respecto es que si dos días antes a Rivera le daban una oreja por no dar un pase ligado y una navajada artera en el costillar a este por lo menos dos, y si no el baremo está muy mal. Este día también pudimos ver el espeluznante capote de Vicente Yangüez “El Chano”, triple forro y goma para impermeabilizar una azotea. En vez de instrumento de torero parecía un tablero de encofrar, no lo quiero ni recordar. La noblota de “Fuenteymbro” se fue sin torear a cuenta de un cartel sin sentido ninguno pero que supongo que sería muy “Artístico”  con dos de esos toreros que aparecen en todas las ferias sin haber acreditado en ninguna la necesidad de su inclusión. Para remate en uno de los carteles de máxima expectación ayer pudimos ver naufragar a lo más interesante del escalafón con la becerrada de Cuvillo. A Morante que torea profundo se le iba el becerro al suelo, en cambio Manzanares se las apañó para no forzar y mantener sus oponentes en pié y Luque que es más de la nueva escuela del pase hecho y la faena planteada desde el hotel no pudo ejecutar los redondos y florituras diseñadas ante el escaso fondo de sus oponentes. Eso sí los comentaristas como siempre “Hay que ver la calidad de este toro si tuviera un poco más de fuerza” señores, si no tiene fuerza no hay ni calidad ni emoción ni nada de nada. Esperemos que se vayan acabando las procesiones y dejemos de ver penitentes de rodillas por el albero valenciano, aunque tengo dudas.

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