lunes, septiembre 20, 2010

LA CORRIDA QUE NO VEREMOS EN EL PILAR

Ayer nos acercamos a Logroño a ver un cartel imposible en Zaragoza. Se anunciaban toros de José Escolar, esa ganadería que todos esperábamos ver el pasado año en nuestra plaza y al final fué sustituida por unos bóvidos que portaban el hierro de "La Campana" (Por cierto donde a lidiado este año???) Para estoquearlos tres diestros que tampoco veremos en la orilla del Ebro unos kilometros más abajo. El yerno del ganadero, "El Fundi" y los dos Aguilares, Sergio y Alberto.

El ganado bien presentado no ofrecía muchas opciones, el primero fué manso aunque el diestro intentará taparle los defectos al toro de su suegro. El segundo sí que ofreció esa humillación propia del encaste que permite el toreo profundo, Sergio Aguilar se estiró en el natural y aunque podría haber apretado más la cosa lo despenó de una entera en la que el toro lo tuvo a merced. Posiblemente lo mejor de la tarde. Al tercero lo fusilaron al amanecer, o en el caballo como ustedes prefieran, le asentaron un puyazo alevoso que le recorria todo el lomo y le hacía sangrar hasta por el rabo. Se paró. El cuarto era un pobre inválido de los cuartos delanteros y a cada intento del Fundi el toro respondía con una genuflexión. El pavo de la tarde fué un precioso cornipaso que hacía quinto, el toro tenía el defecto de no humillar y el torero el de no darle distancia y solventar las embestidas con mantazos diversos. En nada quedo el enfrentamiento entre tan buen mozo y su torero. Si el quinto no estaba por humillar menos lo estaba el sexto, aunque bien picado por la cuadrilla de Alberto Aguilar el toro no dejo de observar atentamente a los ocupantes de la fila quince del tendido de la Ribera. El torero no intentó en ningún momento arreglar el defecto del toro sino que cada vez le daba salida más y más alto, hasta que aquello finalizó en un diálogo imposible.

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