No esperaba tardar tanto en escribir este segundo capítulo pero otras obligaciones me han alejado del teclado.
El día 9 se corría el encierro de Fuenteymbro y para allá que nos fuimos a ver el juego de los toros de Gallardo, corrida seria sin estridencias, incluso podriamos decir que chica para lo que se estila en el coso pamplonés. Los hubo de diferente condición unos se dejaban más que otros y ninguno llegó a romper como nos hubiera gustado. Por la mañana nos encontramos tomando vermut con Indurain lo que es un lujo asiatico y nos hacía presagiar un buen día. La terna era el mejor cartel posible para un evento como el que íbamos a presenciar y la confirmación de que Padilla no se despedirá este Pilar de nuestra plaza eran unos presagios inigualables para la tarde. Pues bien esta vez no fué el toro quien lo descompuso. Manuel Jersús "el Cid" estubo como distante y abúlico, aburrió hasta los mozos del sol. Sin ganas, nunca en el sitio y matando mal como de costumbre. No me dijo nada este Cid de Apmplona.
Castella reaparecía en esta plaza tras la cogida de Algeciras, el día anterior todavía se dudaba de su presencia pero compareció para demostrarnos a todos los presentes que no estaba en condiciones para ello. Se limitó a encimar, sacar los muletazos para afuera y dejar claro que venía con las facultades físicas muy limitadas. En estas estaba cunado en un medio arreón le vió el toro y le marcó una tarascada que le dejó con las verguenzas al aire. Pasó a la enfermería después de ajusticiar al toro.
Completaba la terna Miguel Angel Perera, el torero extremeño paso de puntillas con su primero y justificó su presencia en el que cerraba la tarde, para mí que muy por debajo de las condiciones del toro. Abusó del circular y el cité con el culo, yo creo que el toreo es de frente, pero como se esforzó más que sus compañeros. Le dió muchos pases, pocos buenos, y mató bien. Le dieron una oreja y Fernanado Fernandez Román que se encontraba a mi derecha en el tendido se apresuró a comentarme que este era el número uno del escalafón. Habrá que echarle cuenta por otras faenas, porque en la capital navarra abusó del toreo aéreo y del efectismo con un buen toro.
La conversación una vez terminado el festejo se fué en la polémica creada por un toro que se partió un asta al entrar al caballo. Unos opinaban que era por culpa de las fundas y para mí que no. Dicha asta se partió muy por debajo de la zona donde va colocada la funda, y no sangró en cantidad, por lo que podría ser una lesión antigua que no se hubiera observado que pudo agravarse con algún golpe sobre alguna puerta o cajón del camión. Esta feria se han lidiado muchos toros que habian llevado fundas, más de treinta, y solo se partió el pitón uno de ellos por tanto no llego a creerme que sean los culpables de dicho accidente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario