jueves, mayo 01, 2008

Para el trastornado

Martes, 22 de abril de 2008

En días pasados y desde estas mismas páginas le denominé “el alucinado” que como muy bien explica la Real Academia de la Lengua Española significa Trastornado, ido, sin razón. Todo esto en su primera acepción que en la segunda aporta la posibilidad del “Visionario” que a su vez en su primera acepción nos indica que dicho de una persona: Que, por su fantasía exaltada, se figura y cree con facilidad cosas quiméricas. Si nos adentramos dentro de una primera acepción del diccionario para los trastornos nos dice también al referirse a una persona que: Perturbar el sentido, la conciencia o la conducta de alguien, acercándolos a la anormalidad.


Por lo tanto yo en ningún momento me he dirigido insultando a nadie, solo constataba una realidad palpable. Supongo que el personaje, como pensionista de nuestro sistema social, por causa de sus trastornos mentales, estará atendido en correspondencia a su trayectoria y el servicio de salud no dejará de suministrarle gratuitamente como a todos los pensionistas sus necesidades medicamentosas. La falta de estas sustancias o su abuso según modos, o bien el error de acompañarlas por sustancias contraindicadas. Puede producir los efectos que todos estamos observando.


Efecto uno: Negación de la evidencia, ya le he explicado no solo yo, como está gestionada la plaza de Zaragoza. Su absurda negativa a comprender y el enquistamiento en opiniones al respecto no merece más comentario. Se descubre solo que lo suyo no pasa de alucinación repetitiva. Déjelo ya hombre, que da hasta pena con el tema. ¿Vd. Cree que se pueden anunciar festejos sin permiso? ¿Vd. Cree que alguien te da permiso sin presentar los certificados de los ganaderos sobre sus reses? ¿Vd. Cree que los ganaderos sueltan los certificados si esperan no cobrar? ¿Vd. Cree que se dan permisos a empresas fantasmas? Que todo esto lo regula interior, por favor. Que los papeles cuestan tanto como la corrida.


Efecto dos: Leer al revés, ha leído el relato de una excursión y le ha dado la vuelta completamente. Se ha inventado quien componía dicha excursión, no conoce a quienes lo hacían pero como uno se llama igual que otro que creo que conozco, lo coloco allí y ya está. Pues no mire usted, el interfecto que usted acusa ni estuvo en Lisboa ni se fue a trapichear por la noche con el objetivo de traer sustancias psicotrópicas a nuestro país para ganar dinerillos. Confundir una conversación tabernaria a las muchas de la mañana regada con gintonics con una declaración inculpatoria de intenciones, es lo mas estrambótico que he leído en mi vida, pero siga usted en la línea que la risa es continua.


Efecto tres: Mi gran venganza, o sea que para avergonzarme a mí sacas a relucir que un amigo mío se dedica al cultivo de la marihuana, pues perdona el que se dedique a actividades ilegales que apechugue con lo que haga. A mí no me afecta. Por otro lado solo unas pequeñas explicaciones técnicas. EL Pacharan no se fabrica con alambique si no por maceración de las bayas, y es una actividad legal. Sería ilegal comercializar ese pacharan sin impuestos pero no es el caso que nos ocupa. En cuanto a la industria del pirateo, es muy vergonzosa pues se dedica a explotar el trabajo de intelectuales, artistas y programadores para robarles su trabajo apoyándose después en la explotación de personas sin recursos que son los que comercializan el tema. Como lo que está penado es la comercialización y lucro a cuenta del pirateo creo que ha acusado usted a alguien de tres delitos que no comete, lo cual podría ser objeto de acciones penales. Que no creo que sea el caso pues usted no merece ni el tiempo que se pierde en ir a la justicia.


Efecto cuatro: Disparar a todos los lados a ver de donde vuelven. Lleva usted desde el mes de enero de este año insultando, ofendiendo ( o intentándolo, ya se sabe no ofende quien quiere sino quien puede, no es su caso) y tergiversando cualquier comentario que aparezca en esta web y otras muchas ejemplo de honestidad. Ha desvariado todo y más que es imaginable, y es capaz de sin ser una persona que nunca ha hecho nada por la fiesta que no haya sido mal meter erigirse un monumento como si usted fuese algo o los demás tuviéramos que ir a buscar su bendición para algo. Pues mire no, ni le necesitamos, ni le echamos de menos ni nada por el estilo. Además esperamos que algún día nos ilumine hablando de toros que es lo que a los demás nos interesa y se deje sus miserias para cosas intimas que no nos interesan a nadie.


Efecto cinco: Difama que algo queda, ha rebasado usted cualquier frontera imaginable. Insultar a una persona, alguien amenazado de muerte por defender unas ideas de democracia donde unos nazis no permiten que nadie opine contra ellos, e intentar echarle la culpa por tenerlas es lo más bajo, ruín e imbécil que se puede aguantar de una persona. Insultar la inteligencia de los partidos políticos y sus miembros por pertenecer a ellos solo puede salir de su perturbada mente en un momento de falta de tratamiento. Porque usted cobra por su demencia mental, que le inhabilita para trabajar y como no para opinar en sus desvarios. Cosa que como dictaminaron los jueces es real, y lo que no puede pretender es mezclarnos a todos los demás en sus disturbios mentales. Por que para empezar no lo conseguirá, ni insultándome en persona, ni utilizando a los amigos ni mucho menos intentando echar mierda en una línea política intachable como la mía va a conseguir usted que le permita quedar bien de alguna manera y ante sus continuados atropellos le seguiré respondiendo pues no permitiré que alguien pueda llegar a pensar que usted ha dicho una sola verdad ni que tenga en mínimo atisbo de razón en ninguno de sus desvaríos.



Por cierto la RAE tiene otra definición para usted: “Cenutrio”. 1. m. Hombre lerdo, zoquete, estúpido.

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