lunes, mayo 19, 2008

Unos nacen con estrella otros estrellados.

Lo de Rafaelillo en Las Ventas es el paradigma de la mala suerte, el año pasado triunfó con la mansada de Dolores Aguirre y como premio por ello este año lo anuncian con una corrida del Marqués de Domecq, pues bien le salen dos bestias con las que no hubiera soñado ni en sus peores pesadillas, el primero le proponó tres puntazos y le pego gañafones de todo tipo y condición, el segundo un mulo al que nada se podía hacer. Eso es mala suerte, solo conozco un torero con peor sino para estas cosas y se llama Luis de Pauloba, el hombre que atesora un arte y una abnegación por su profesión sin igual anda siempre por ahí de mala manera en carteles complicados y haciendo lo que puede. Como no es un torero de cartel no tiene padrinos ni quien le eche una mano, hace unos años tenía que torear en Sevilla y no había podido ni tentar en todo el invierno así que el muchacho iba por las ganaderias mendigando algún pitón que torear para poder presentarse en La Maestranza con un mínimo de preparación, en estas que un toro de Pablo Romero se saltó un ojo y se lo ofrecieron para que entrenara. Después de apartar al toro y de multiplicarse en agradecimientos a los responsables de la vacada por la oportunidad otorgada se procedía a torear cuando al salir del chiquero el toro se enpotró contra un burladero y se mató del golpe quedando muerto en el acto.

Y es que unos nacen con estrella y otros estrellados.

No hay comentarios: